jueves, 4 de noviembre de 2010

Traición




No queda tiempo. Siento que pronto vendrán a por mí, y no sé qué he hecho. No sé de qué se me acusa, ni siquiera sé quién me ha traicionado. Los rostros de los que creía mis amigos aparecen ante mí distorsionados por las dudas de mi mirada. Ríen y siento que es de mí.
Intento ver el arrepentimiento de unos ojos que me miran, y no veo nada. Ya no siento el calor en ellos, ni en sus recuerdos, que parecen haberse enturbiado. Cada momento está siendo evaluado bajo la sombra inquisitiva de mi cinismo y mi dolor.
Mis huesos mojados y fríos agrian aún más mi humor. Estoy tirado en una celda llena de escombros, suciedad –gran parte procedente de mí-, anegado de ratas y soledad.
Encadenado por las muñecas a la pared. Tirado. El sol del amanecer parece no querer entrar a través de la escueta reja que hace las veces de ventana en la pared izquierda.
Los sonidos de fuera hacen más miserable mi situación.
Las risas de los niños parecen reírse de mí. La hostilidad la siento tan dentro que tengo ganas de vomitar. Si tuviera algo dentro del estómago, por supuesto.
¿Qué estará haciendo ella? ¿Sabrá que me ha pasado esto? No.. después de cómo acabamos pensará que la he abandonado. Quizás después de todo haya sido ella la que me ha metido aquí. Disfrutaría viéndome sobre mi propia decadencia, agonizante, sin ser la persona que tan acariciada por el mundo se creía. No.. sé que ella no fue.
Creo que fue lo único verdadero que he tenido. Siento cómo mis ojos ya secos de tanto llorar, vuelven a humedecerse. Llevo tanto tiempo aquí que las infecciones que tengo en ellos hacen que no vea nada. ¿Cuánto llevo aquí? ¿Semanas? ¿Días? Quizás no llegue ni a un mes, o quizás lleve un par de años. Dios… esta incertidumbre me está matando. No poder recordar cómo llegué hasta aquí. A ver. He de pensar. ¿Qué es lo último que recuerdo? Salí como cada noche. Fui a la reunión. Se volvió a hablar de todo lo que queríamos erradicar. De cómo nos estaban jodiendo vivos, y del nuevo sistema que instauraríamos. No sé hasta qué punto estuve activo esa noche. Creo que sentí el ambiente algo enrarecido, y la decisión que había tomado en cuanto a ella, me hizo estar sombrío. Quizás si hubiera estado más receptivo, podría haber sospechado algo.
Ahora que lo pienso, ninguno cruzó su mirada conmigo. Estaba todo planeado. Seguro. Y yo se lo puse fácil. ¡Malditos bastardos!. El eco me devuelve una voz gangosa que no reconozco como mía. ¿Cuánto hace que no hablo? Todo esto es una pesadilla.
Vamos a ver, ¿qué más recuerdo?. Después de salir, me fui casi sin despedirme. No quise retrasar aún más mi conversación con ella. Me sentí como un hijo de perra cuando lo hice. Sus lágrimas golpean con fuerza mi cuerpo malherido. No puedo pensar en ello ahora.
Después salí, me perdí por las calles mojadas. Quería mitigar con la lluvia mi dolor. Y vaya que sí lo hice. Ahora tengo todo mi cuerpo mojado. Insensibilizado. No siento mis pies. Las piernas ya hace mucho que no me hormiguean. Ni siento los mordiscos de las ratas en ellas. Seguro que las tengo como un puto queso. Dios.. ¿por qué me han hecho esto? ¡¿QUÉ QUERÉIS DE MÍ?! Esto es absurdo. Seguro que me han traicionado ellos. Hace tiempo que llevaba sospechado que había un conejo en la ratonera.
Debí haber huido de aquí con ella hace años. Pero no. Creía que los ratones íbamos a poder magullar al conejo si tenía la estúpida idea de jodernos. Pero cómo sospechar que iban a ser ellos mismo, mis compañeros y amigos los que me estaban envolviendo en su telaraña, vete a saber por qué motivos. Qué estúpido he sido. Ya no tengo nada por lo que luchar. El mundo en el que vivo es una basura, lleno de conspiraciones en la sombra. Conspiraciones en las que yo mismo he estado presente.
He contribuido a crear una atmósfera llena de secretismo y muerte. Aquién le importa que mis ideales fueran nobles. Que quisiera mejorar el mundo. Los camposantos están llenos de amigos, vecinos.. acusados por parecer sospechosos de lo que yo fui. ¿Qué podría decirle a los hijos que crecerán sin padres o madres? ¿Qué murieron por conocerme?¿Que les masacraron vivos por construir un mundo mejor, que jamás será mejor para ellos, porque han matado al cabeza de familia? ¿Qué no tendrán protección y que podrán hacer lo que prefieran con ellos, cuando alguien lo desee?
Dios.. soy un maldito bastardo. Un idealista de la peor clase. Un idealista romántico que no sabrá ver las consecuencias de sus actos, ni las repercusiones de sus fines.
Debí dejarlo todo estar. Debí vivir mi vida, pero me asustaba tanto que me embargué en algo tan grande que su peso impidió que pudiera enfrentarme a algo que me correspondía. Mi responsabilidad de ser feliz y hacer feliz a los míos. Así que me alisté a la corporación. Jugué a perder mi propia identidad, mis propios ideales y adquirí los de otros. Qué importa si alguna vez fueron los míos. Una vez dejé de hablar por mi boca, cualquier pensamiento o idea dejó de ser mía. Y lo único bueno que tuve me decidí a apartarlo por ser un jodido egoísta y aterrorizado crío.
Intenté abarcar todo el peso del mundo, y ahora estoy aquí. Consecuente. No hay otra palabra ni otro por qué que defina mejor la situación en la que voy a morir.
Consecuente.

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