lunes, 5 de noviembre de 2012

Demonio: La Caída - Las Formas Apocalípticas I






Aunque en la Edad de la Ira los Caídos podían alterar su forma física a voluntad, en la Era actual, no disponen de la atmósfera de Fé de entonces, por lo que trasfigurar la carne les cuesta gran esfuerzo.

La Forma Apocalíptica o reveladora, es un reflejo de la verdadera naturaleza del Demonio y sus capacidades variarán dependiendo de cual sea el Saber principal del personaje.

Cuando un Caído manifieste su Forma Apocalíptica, obtendrá acceso a diversas habilidades especiales, desde el aumento de algunos rasgos, a la expresión de alteraciones físicas, como alas o garras.

Cada Forma Apocalíptica proporciona ocho poderes especiales, pero sólo cuatro estarán disponibles para aquellos personajes cuyo valor de Tormento sea bajo. Los cuatro restantes se manifestarán cuando el personaje, pierda parte de su identidad en favor de su naturaleza demoniaca.

Los mortales que sean testigos de esta transformación, se verán seriamente afectados, y sus reacciones irán del puro terror, al asombra y la fascinación.

BEL, LA FAZ DE LOS CELESTIALES

Revela al Caído con una piel resplandeciente, arropado por un aura de luz dorada cuya intensidad se modula según su estado de ánimo. Sus ojos refulgen con la fría luz de las estrellas.

- Alas de Águila
- Semblante grandioso
- Sentidos mejorados
- Consciencia aumentada

Con semejante autoridad, su fulgor se torna de un rojo desvaído. Sus alas se tornan coriáceas y sus ojos negros como el vacío. Antes representaba la imágen de la nobleza y ahora se convierte su porte en la de un tirano altivo.

- Garras/Dientes
- Escamas
- Aumento de tamaño
- Mirada pavorosa

NUSKU, LA FAZ DE LAS LLAMAS

El Caído se revela como una llamarada de luz amarilla y naranja. Su piel refulge con la luz del sol y su piel ondula cuan espejismo. Posee ojos de oro bruñido y al enfurecerse irradian calor palpable.

- Velo de llamas
- Inmunidad al fuego
- Acciones adicionales
- Iniciativa mejorada

Su piel se torna negra como el humo y parece bullir con patrones de rojo apagado que palpitan al rítmo de su corazón. Sus ojos refulgen  como brasas al rojo y su poblada melena ondea bajo un viento espectral.

- Garras/ Dientes
- Azote (Cola de reptil)
- Aumento de tamaño
- Sangre Ígnea


QUINGU, LA FAZ DEL RESPLANDOR

El Demonio aparece incandescente envuelta en una corona de colores diamantinos. Rasgos de tersa perfección del mármol, con voces puras como el cristal.

- Alas de Águila
- Seducción Inhumana
- Aura radiante
- Percibir lo oculto

Los colores de su aura se atenúan y destellan en violentos rojos y azules si se enfurece. Su perfección escultural pasa de inspirar asombro, a irradiar fría amenaza y crueldad.

- Voz de los condenados
- Sin reflejo
- Esputo corrosivo
- Cuernos (carnero o toro)


DAGAN, LA FAZ DEL DESPERTAR

El Caído aporta en el recipiente del ángel la vitalidad de la juventud y la buena salud. Es un halo de vida expresado en forma de radiación palpable de calor, que podrá sanar tanto a flores marchitas, heridos y decrépitos.

- Aura de vitalidad
- Pasar sin dejar huella
- Aptitudes físicas mejoradas
- Alas de Águila

Sus cuerpos se trasforman en pasto de cultivo para las enfermedades y tumores cancerosos. Se cubren de protuberancias deformes y llagas purulentas, y su carne se torna húmeda y esponjosas al tacto.

- Miasma (Aliento de podredumbre)
- Niveles de salud adicionales
- Carne viscosa
- Extremidades adicionales (segundo par de brazos o cola prensil)

ANSHAR, LA FAZ DEL FIRMAMENTO

El Demonio se revela como figura esbelta y etérea, de piel pálida y grandes ojos grises. Su voz resuena en eco. Tienen episodios de silenciosa distracción, con periodos de intenso y perturbador escrutinio.

- Sentidos mejorados
- Alas
- Intuición mejorada
- Esquiva mejorada

Se ven recubiertos en un manto de sombra y bruma. Su piel adquiere un tono gris traslúcido, sus cuerpos se tornan esqueléticos y demacrados y la piel se tensa sobre su rostro confiriéndoles el aspecto de socarronas calaveras.

- Capa de Sombras
- Ojos múltiples
- Iniciativa mejorada
- Garras


ELLIL, LA FAZ DE LOS VIENTOS

Son figuras altas y esbeltas con grandes ojos y movimientos rápidos y gráciles. Están rodeadas de ráfagas de viento. Las brumas o el humo al verse atraídos por esas ráfagas generan un vórtice que le rodea a modo de halo ominoso.

- Visión sobrenatural
- Alas
- Equilibrio perfecto
- Inmunidad al daño por caída

Cuando sucumben, su naturaleza y sus rasgos parecen cincelados a escoplo, con unos enormes ojos que no parpadean. Su alas se vuelven sarnosas y deasastradas y su cuerpo se  encorva. Se muestran inquietos y son incapaces de estar sentados en el mismo sitio por espacio de más de algunos minutos seguidos.

- Garras
- Acciones adicionales
- Púas
- Bilis cáustica

KISHAR, LA FAZ DE LA TIERRA

El Caído muestra una figura imponente de piel oscura (desde marrón a negro absolouto) y parecen esculpidos en piedra. No tienen pelo, y sus irises poseen la claridad y color de las piedras preciosas. El aire que los rodea huele a tierra removida, que huele a vida.

- Aumento de tamaño
- Inmunidad al daño contundente
- Fuerza irresistible
- Visión nocturna

Son monsturos enormes y  deformes, de piel pétrea y cubierta de aristas y bordes afilados, resquebrajada y de sus grietas rezuma un icor negro y aceitoso.

- Extremidades adicionales
- Fauces desencajadas
- Clavos
- Icor

ANTU, LA FAZ DE LAS SENDAS

Muy morenos de piel, con ojos negros ribeteados de arrugas, siempre en sombra. Esas arrugas dibujan intricados patrones, que irradian de los ojos del ángel y se diseminan por su rostro. Rodeándole el cuello con complejos tatuajes. De noche reflejan la luz de la luna y forman una tracería espectral que parece moverse y cambiar cuando habla el ángel.

- Orientación exacta
- Percepción mejorada
- Iniciativa mejorada
- Dedos centelleantes

Sobresalen los surcos que cruzan sus caras, como cortes negros y rojos contra su piel atezada. El aire agita y tiembla según la intensidad de su emociones.

- Pasar sin dejar huella
- Alterar el tamaño
- Espejismo
- Inexorable

MUMMU, LA FAZ DE LA FORJA

Aparecen como gigantes fraguados del negro hierro de la tierra. Su cuerpos musculosos  resplandecen iluminados por venas de magma y sus ojos relucen como discos de bronce bruñido. Su voz es profunda y atronadora. Son inmunes a las temperaturas extremas y a las brasas candentes.

- Maestro artesano
- Aumento de tamaño
- Voz atronadora
- Inmunidad al fuego

Son de pesadilla, con la piel de hierro erizada de hojas aserradas, rodeados de neblina y azufre abrasador. Sus ojos son orbes de fuego vivo y allá donde vayan los aparatos eléctricos enloquecen.

- Filos
- Extremidades adicionales
- Campo magnético
- Piel férrea


NINSUN, LA FAZ DE LOS PATRONES

Su piel es de color ígneo. Sus cuerpos lampiños están cubiertos de líneas y diseños inscritos en una luz azul plateada que se mueven según el talante del ángel. Sus ojos son como zafiros rutilantes que proyectan la fría luz de las estrellas.

- Alas de águila
- Iniciativa mejorada
- Intuición mejorada
- Agudeza mental mejorada

Pierden su tonalidad índigo volviéndose negros como la nada. Los patrones que cubren sus cuerpos adoptan el color del mercurio y sus ojos son apenas dos oquedades vacías. Su par  de brazos extra, les dotan de aspecto arácnido.

- Aura de infortunio
- Acciones adicionales
- Extremidades adicionales
- Susurros sibilinos


(Próximamente Demonio: La Caída - Las Formas Apocalípticas II )

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