lunes, 25 de abril de 2011

Estilo Mágico


Son las 2 a.m. y cuando cae la noche, quizás por el cansancio, o el embotamiento o claridad de la mente, se empiezan a cincelar cuestiones que por norma general suelen ser de corte existencialista.
Esta vez, cómo no, aplicadas a un jdr. Uno de mis juegos de rol fetiche. Mago: la ascensión.No hablaré ahora del por qué mago tiene ese peso tan grande en mí. Más que nada porque creo que ya lo hice una vez y me pareció desnudarse en demasía.
Pero bueno, es de noche, los frontales están abiertos, y las cuestiones filosóficas saltan libres indagando respuestas. Una chispa que haga realizar una sinapsis neuronal perfecta y de pie a una mini-catarsis o una pista de la que tirar.
Siempre he tenido claras mis preferencias en cuanto a Tradiciones de Mago. Las que más se adaptaban -o eso creía- a mi forma de entender la magia. Mi estilo mágico. Me veía en las partidas como un Eutánatos presto a promover el cambio necesario para que la rueda siguiera girando. Y aunque contraria a esta, mi otro pilar era la hermandad Akashica. Basada en el budismo. En el equilibrio, en el control de las pulsiones, y el de la mente. Para la perfección del ser. También el Culto del Éxtasis me resultaba atrayente. Realizar magia a través de alcanzar un estado de mente alterada.. Tantas tradiciones. Tantos paradigmas. Y ahora mismo, analizando un poco más a fondo, en mi vida real, a través de una introspección realizada a través de los años -inquieta que es una-, no tengo ni puta idea de dónde podría encajar. (Aunque siempre he pensado que lo mejor es no encajar..).
En la segunda edición de Mago aparecen unos personajes que se han convertido casi en viejoa conocidos, que tengo casi como referentes.
Dos de ellos, de la tradición Eutánatos. Senex. El viejo. Un mentor. Un rebelde con esperanza. Capaz de ver la posibilidad de cambio en futuras reencarnaciones. Que es lo que le sucede con su alumna predilecta. Mercedes, Mercy. Una aprendiz que no supo manejar sus pulsiones y se dejó engañar por el enemigo. Un Nefando. Él se identificó ante ella, pero decidió seguirle. Corromperse. Y en el momento en el que vio en su avatar, el rostro de su hijo muerto años atrás, un ángel cuyas alas estaban destrozadas y llorando, debilitó su barrera en el último momento y se dejó terminar por su maestro. Ella se reencarnó en Amanda. Que fue condenada desde el primer momento debido a su vida pasada por todos. Salvo por él.
Otro personaje clave para mí fue Sombra del Amanecer. Una maga de la tradición Akashica. Cuyas armas una Katana y una Wakizasi (Susurro y Grito respectivamente), aparece en las novelas practicando su arte en un campo de entrenamiento. Consiguiendo la canalización de sus pulsiones a través del Do.
Del tema de Cultistas del Éxtasis creo que hay modelos de sobra, en la vida real y no es cuestión de citar a ninguno (Baudelaire, los Melniboneanos como pueblo que se dejaba llevar por sus pasiones..).
Los Eutánatos no los veo que encajen totalmente conmigo. Me preguntaría constantemente por la necesidad de llegar a acabar con las almas estancadas para que la rueda siguiera girando. (Por más que en muchas ocasiones no piense precisamente esto..). El sentimiento de culpa pronto me pasaría factura, y quién sabe si no sería la próxima en la lista de otro Chakravanti.
Pasaré de momento los Akashicos.
Los Cultistas del Éxtasis creo que encajarían demasiado bien con mis ideas de excesos, pero tenderían más a saciar mi bestia que otra cosa. Y eso nunca es bueno, si lo que pretendes es crecer y no acabar con un cerebro hecho una mierda por efecto de estupefacientes, alucinaciones y excesos varios..
Los Akashicos me atraen sobremanera. En cierto modo es mi ideal. Un yo equilibrado. Controlado. Con mirada sosegada y atenta. Con la idea de perfección que tanto me turba y puede llegar a destrozarte si no sabes canalizarla bien. -Algo de eso sé-. Mente trascendente, cuerpo preparado. Trascendencia absoluta. Me atrae.. me atrae, ¿pero hasta qué punto ese cambio sería el fin de mi esencia? ¿Estaría avanzando un paso más en la maduración o intentaría apagar mis pulsiones en pos de una existencia más taimada y más sencilla? ¿Sería una versión mejorada? Es algo muy complejo entender con mentalidad occidentalizada unos preceptos totalmente contrarios a los que nos han educado. Poder entender ese tipo de enseñanzas orientales debería ser a través de otros ojos. Más diferentes a los míos. Quizás por eso siempre me ha gustado conocer a gente diferente. Con diferentes paradigmas.
Probablemente mi fallo sea querer integrarme en una de esas tradiciones. Y no sea capaz de ver que de las partes se completa un todo. Y de las mías puedo generar yo mi propia senda. Mi propio paradigma. Aceptar que yo soy El Arquitecto. Aunque a veces es terriblemente tentador permitirte sentir esa pertenencia dentro de una Cabala.

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